Por lo general cuando tengo un viaje planeado de vacaciones suelo escribir algo antes de partir, pero en este caso los preparativos fueron mucho más complejos de lo normal y por esa razón solo vengo a escribir del viaje de vacaciones de verano ahora que estoy de regreso en casa.
Desde que Milena está aquí en España, el tema del que más hemos hablado ha sido el plan de las vacaciones. Yo desde que tengo la moto tengo en la cabeza la idea de ir en ella hasta Turín, Italia, que es donde vivía antes de venir a España. Con Milena lo primero fue incluirla en esa idea, que le gustó mucho, pero el viaje fue mutando a medida que lo hablábamos.
Inicialmente las perritas no estaban incluidas pero luego decidimos llevarlas con nosotros y para eso era necesario recortar el plan ya que no es bueno hacer tantos kilómetros con ellas. Luego vimos que las perritas también nos complicaban las salidas en ciudad y decidimos cambiar la ruta por algo más natural. Es asi que la ruta final resultó teniendo como principal objetivo los pirineos franceses.
Sin embargo como se puede ver en la ruta que finalmente logramos hacer, también hicimos un par de paradas en Vitoria y en Saint-Jean-De-Luz. En Vitoria la idea era de parar y saludar a unos amigos, lo cual se pudo hacer y de paso vimos un poco la ciudad. Yo a Vitoria ya la había conocido el año pasado en mi primer viaje con la ballena pero para Milena obviamente era todo nuevo. Muy agradable la tarde allí pero era realmente un sitio de paso.
El primero de los dos grandes objetivos de la ruta era el mar. En España está fulminantemente prohibido llevar perros a la playa, pero leyendo en internet nos dimos cuenta que en Francia no suelen decir gran cosa sobre eso en las últimas horas de la tarde y es por eso que nos dirigimos hacia allá. El objetivo se logró. Luna sobre todo disfrutó la playa a más no poder. Canela en cambio parecía algo más intimidada con la inmensidad del mar.
El segundo gran objetivo es el que había mencionado ántes: El Parque Nacional de los Pirineos. Uno de los puntos neurálgicos de este gran parque es el pueblo de Cauterets, y allí fue donde establecimos nuestro campamento base. Los tres días que pasamos en esa zona son de los que se nos van a quedar en el recuerdo toda la vida. Indudablemente es un sitio altamente recomendable para todo el que disfrute de la naturaleza.
En la zona de Cauterets hay varias cosas interesantes para ver, dentro de las cuales se destacan el Puente de España y el Lago de Gaube, ambos muy cerca entre sí y justo al lado de la entrada principal al corazón de parque. Eso lo logramos disfrutar al máximo, pero además nos quedó faltando aprovechar los baños termales que tiene el pueblo porque no teníamos donde dejar a las perritas.
El día final de la ruta, cuando pensábamos que ya no ibamos a ver más cosas interesantes, nos encontramos con que la carretera de salida hacia España pasaba por el Puerto del Aubisque, uno de los más famosos del Tour de Francia. Allí paramos y lo disfrutamos como el útimo hito de estas vacaciones.
A grandes rasgos, estas han sido nuestras vacaciones de verano. Sin embargo no es todo lo que pienso publicar sobre estos ocho días en la carretera. Al contrario, apenas estoy empezando a contar lo que hemos hecho.
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