Un sábado cualquiera

Este ha sido nuestro último sábado, que viene siendo un sábado cualquiera en la vida de mi familia motera:
Nos despertamos temprano. Hemos quedado en Alcorcón a las 11:30 con el chico que adoptó a Rey, el cachorro que tuvimos de casa de acogida hace un mes. Para estar allí a tiempo tenemos que salir de casa una hora antes ya que vamos con las perritas y eso significa ir a velocidad reducida. 110 km/h es nuestro tope máximo en estos casos.
Los preparativos para montar a Luna y Canela en la moto no son demasiado complicados pero sí nos exigen unos cinco minutos adicionales antes de poder salir. Milena se tiene que poner el cargador y hay que meterlas en él y sujetarlas bien. Además una vez que estén dentro del cargador
hay que ponerles las gafas para que no se les resequen los ojos.
Luego de una hora de viaje por la A-6 y la M-50, y de dar un pequeño rodeo sin sentido por Alcorcón, pasamos cerca de una hora con Rey y su nuevo propietario. El perrito se ve muy contento con su nueva vida y nosotros quedamos muy satisfechos de verlo así. Luego nos queda comer algo y otra vez los cinco minutos de preparación para subir las perritas a la moto, pero esta vez protegidos por la sombra porque el sol pega ya bastante fuerte.
El siguiente destino es el centro de Madrid. En semana me compré unos guantes en la tienda de Harley Davidson pero quiero cambiarlos ya que me quedan un poco pequeños. Como no tengo una HD, quiero unos guantes que no tengan el logo de la marca muy visible y como no tienen el mismo modelo en la
talla que quiero al final elijo otro modelo que es un poco más barato. Significa esto que he quedado con un saldo de 12€ a mi favor para cuando vaya a comprarme una Harley. 16000€ menos 12€… un descuento bastante importante.
Luego vamos al Motocard que queda en la misma zona a comprar los intercomunicadores Bluetooth porque vemos que nos hacen mucha falta. A Milena le encanta hablar y vive frustrada por no poder contarme todo lo que está pensando cuando hacemos rutas largas. Cuestan 200€ pero están de rebajas por lo que nos quedan en 180€.
Después de nuestro periplo por Madrid y Alcorcón regresamos a casa y damos gracias a la montaña por cubrirnos tan bien del calor agobiante de la meseta. Luna sufre mucho en el centro pero cuando cogemos algo de viento y velocidad se calma. Son las 16:00 y es el momento de una siesta.
A las 19:00 estamos otra vez cogiendo la moto, pero ahora solo somos Milena y yo porque vamos al Mercadona a hacer la compra semanal. El Mercadona más cercano está en Villalba por lo que son otros 20 minutos entre el puerto y la A-6. Con las alforjas y una mochila tenemos el espacio suficiente para todas las frutas, verduras y demás cosas que necesitamos esta vez, pero a veces tenemos que llevar también la maleta sobre-depósito. Una hora después estamos regresando a casa por Guadarrama ya que esa parte de la N-VI nos gusta mucho a los dos.
En total, unos 180 kilómetros, de los cuales casi 150 han sido con las perritas y la verdad es que lo soportan muy bien. Hay que ver que pensarán cuando les toque hacerse 400 en un día.

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