El guía

Estos días he estado de guía turístico porque una amiga vino de Italia a conocer Madrid. Ha sido todo muy típico: El Retiro y los demás parques, el palacio real, los museos, Malasaña, Lavapiés, en fin, nada del otro mundo. La única diferencia con los anteriores visitantes que he tenido es que esta vez fue en moto.
La ballena será muy cómoda para salir por carretera pero para estar en la ciudad por la tarde cuando el termómetro marca más de 30ºC es todo lo contrario. El calor del verano se mezcla con el que se desprende de todos los coches y luego con el que sale del motor de la moto para crear un microclima bastante particular que no es nada compatible con mi aversión al verano. El resultado de esto suele ser un casco sudado y un Sergio fastidiado.
Pero como todo tiene solución, después del primer día el plan se replanteó de manera que las salidas a ver la ciudad en moto quedaron para antes del medio día y la tarde quedó para estar dentro de los museos, con la ballena convenientemente aparcada bajo una buena sombra.

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