El rodaje

Los primeros kilómetros de un vehículo dicen que son los más importantes. Son lo que en España se llama «hacer el rodaje» y en Colombia es «despegar el motor». La idea general consiste en rodar los primeros 1000 o 2000 kilómetros con todo el ímpetu y la impaciencia de un joven de 60 años. Mientras más tranquilo, lento y pausado mejor. Todo con la intención de darle a las piezas del motor tiempo suficiente para limarse y acoplarse unas con otras.
Según el manual de usuario, el rodaje de la ballena consiste en no darle más de un tercio de gas por periodos prolongados en los primeros 1000 kilómetros y no darle más de medio gas entre los 1000 y los 1600. Ya he cruzado la barrera de los 1000 y un tercio de gas significaba tener una velocidad punta entre 110 y 120 km/h, que ya vienen siendo 10-20 km/h más de lo que se podía rodar en mi primera moto a todo gas, con un poco de desnivel a favor y detrás de un autobús haciendo de cortavientos. 830cc de diferencia se notan.
Ahora que estoy en la segunda parte del rodaje veo que a medio gas ya llego casi a los 140 km/h. No es una sensación muy agradable ya que la aerodinámica avanzada de 1930 que tienen estas motos permite que el viento intente sacudirme cual muñeco de trapo con toda su fuerza por la dirección que se le antoje. Tal vez sea imposible soportar la velocidad máxima de la ballena con el físico tan imponente que poseo. Afortunadamente tampoco me interesa.

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